La bibliografía recoge cincuenta y siete libros y tres artículos, pero en el texto sólo se mencionan tres de los libros.Por otra parte, en el texto se toman múltiples referencias de autores y libros que no figuran en la bibliografía.
L'Auditori de Barcelona presenta una programación de invierno formada por 45 producciones que se articulan en 58 conciertos, con el discurso de la Creación como epicentro.Una temporada que se extenderá de enero a marzo y que concluirá con el Festival Emergents Barcelona.
Independientemente del clima: setecientas figuras de Beethoven del tamaño de un enano hechas de plástico, con las que el artista de eventos pobló la de Bonn;ahora sonríen en los escaparates y jardines de la orgullosa ciudad natal.
DG no ha tenido ni el más mínimo interés en ilustrar la etapa fundacional del Festival de Salzburgo, la época de oro de los años treinta, ni el período nazi.Esto es desinformar al consumidor.
Gluzman interpreta con brillantez pero desde la honestidad, y por tanto pertenece a esa categoría de músicos donde el lucimiento no es prioritario.También huye del sentimentalismo, pero sabe tintar afectuosamente algunos momentos muy bien elegidos, por ejemplo los pianos del segundo movimiento.
Hubo que llegar al final de la función para comprender su significado íntegro: sólo había sesenta manos del público para aplaudir, pero con toda justicia también había un ciempiés (cincuenta músicos) para patalear, unas y otros expresando el deseo de que Marzena Diakun vuelva pronto.
'Viaje de invierno' son palabras mayores en el repertorio de cámara y, para mí, una de las contribuciones mayúsculas no sólo a la música vocal de cámara sino al conjunto de obras que ayudan a creer que nuestra especie algo de bueno ha hecho (aunque hoy uno sienta dudas más que legítimas)
También aparecieron los ‘peros’ a la técnica de Kaufmann.Curioso, pero no oigo casi nunca nada de esto cuando canta ópera, en particular latina, y que es cuando a mí más me molesta.Por el contrario lo he preferido siempre en el territorio del lied (alemán, por supuesto)
El arte del desarrollo tan inherente a esta partitura, lo refina Oppitz de manera formidable, y la amplia libertad de elección de los tempi, que sigue siendo el privilegio de todo gran intérprete, va aquí más allá del antagonismo tempo-psicológico metronómico.
La régie diseña el caleidoscopio de una sociedad que se desmorona, que se rompe por todas sus costuras.La gente sube y baja en la escala social, también los artistas, varias figuras de la vida mundana, así como dos jóvenes que buscan su felicidad y dependen el uno del otro.