Este artículo no es una proclama pacifista, es simplemente una llamada (desgraciadamente debilísima) a la sensatez, a poner freno a la atrocidad y a proteger la civilización, la razón, la cultura y la vida.
La caída del régimen de Putin ha comenzado con esta guerra.Putin ha atado su destino a esta conflagración y no puede ponerle fin, aceptando una derrota.Solo puede confiar en una cosa.Su lugar destacado en la historia está ya asegurado: como el gobernante más sanguinario de Rusia desde Iosif Stalin.
El margen de maniobra de Biden en política interior sigue siendo limitado;en política exterior debería seguir teniendo al menos una capacidad de acción parcial.Desde el punto de vista europeo, la cooperación con la administración Biden debería centrarse en tres cuestiones: 1) la continuación del apoyo a Ucrania, 2) el trato con China, 3) la política climática.