La escenografía de 'Don Pasquale', concebida como una especie de gran caja de pizza, acabó revelándose funcional pero también limitante.Aunque el diseño ingenioso captaba el espíritu desenfadado de la obra, su disposición en el escenario dejaba amplios espacios sin utilizar
Todo festival que se precie, y más si es monográfico, tiene el deber y la función de presentar no sólo obras maestras consagradas sino otras que pueden ser interesantes o que han sido olvidadas.Y naturalmente no todas son perlas raras.
Acudir a la producción de "Anna Bolena" que para Parma había ideado el otras veces excelente Antoniozzi no fue buena idea.Todos los cortesanos parecen dipsómanos y Seymour la primera.El vestuario es de una incoherencia total.
La ópera 'Ecuba' de Manfroce está bien escrita, pero sin demasiada consistencia dramática pese al tema, con sólo un cuarteto sobresaliente y dos o tres arias buenas (pero no geniales).También hay momentos de recitativos interesantes, que siguen la huella de Spontini, pero no lo son.
La distribución vocal de la ópera de Vaccaj recuerda al Tancredi de Rossini, con una mezzo en travesti como protagonista (Tancredi / Romeo), correspondida por la soprano (Amenaide / Giulietta) y un padre tenor (Argirio / Capellio).