A lo largo del tiempo, el festival Musika Música ha evolucionado en torno a una idea: ofrecer un gran número de conciertos en muy pocos días y en un mismo único espacio, el Euskalduna, un gargantúa capaz de digerir la presencia simultánea de cuatro conciertos y otras actividades, con sus varios miles de asistentes.
La obra que se estrenó, de Manuel Martínez Burgos, Liminalis (¿abandonará alguna vez la música contemporánea el latín para sus títulos?), tiene evidentes ecos stravinskianos y resulta muy accesible, desde su brevedad y un mundo sonoro repleto de onomatopeyas y efectos coloridos
Dos obras con una amplia plantilla orquestal -'Intensity' de Deutsch y 'Fiestas romanas' de Respighi- sonaron tras la pausa y ambas permitieron apreciar la riqueza tímbrica y la variedad de color que es capaz de conseguir la Orquesta de Cleveland.
Un variado programa con interesantes connotaciones y relaciones entre Janáček, la música rusa y sus respectivos contextos sociopolíticos y culturales.Se presentaron cuatro obras fundamentales de compositores tan relevantes para la historia de la música del siglo XX como Edison Denisov, Leoš Janáček, Sofia Gubaidulina e Igor Stravinsky
Su encuentro durante sus estudios en el CRR fue la base de esta simbiosis musical única, con el objetivo de actuar como un "verdadero" conjunto de música de cámara y no como dos artistas que tocan simultáneamente.
"Los músicos de Stalin" se ocupa de la música escrita por los compositores más significativos del área rusa desde los últimos años del zarismo hasta la compuesta después de la caída de la Unión Soviética, haciendo especial hincapié en los maestros que, de una manera u otra, desde dentro y desde fuera, trabajaron durante los años de la dictadura de Stalin.
La versión de Batiashvili del Concierto de Szymanowski salió más que convincente: su Guarneri suena grande, su técnica es asombrosa y su concepto ofrece coherencia con todos los contrastes que encierra esta obra, tocada con absoluta libertad y con toda la atención por parte de la batuta.
Si Boulez pasó tantos años dirigiendo las grandes obras románticas de Wagner, Brahms, Mahler, y Ravel, haciendo que sonasen racionales, frías y controladas, eso fue, tal vez, su forma de retornar al centro del timón del arte que amaba –música tonal grande y descriptiva-, sin necesidad de componer una sola nota de ella, al contrario que Schoenberg, Korngold, Shostakovich, Hindemith y Britten, que tuvieron el valor suficiente para hacer precisamente eso.
Maravillosa labor de todo el conjunto en una interpretación de 'La consagración de la primavera' que enfervorizó al público y que fue calificada por un antiguo director titular de la OSCyL como “la mejor que he escuchado nunca en directo”
El musicólogo Richard Taruskin ha fallecido el 1 de julio en un hospital de Oakland (California) debido a un cáncer de esófago.Especialista en la música rusa y soviética, su 'Historia de la música occidental' cerró de un sonoro portazo la etapa de la musicología posmoderna