Profetizar conflictos, preparar enfrentamientos y nombrar enemigos potenciales es un deslizamiento hacia hostilidades sin precedentes.Washington y Pekín deberían darse una pausa, reflexionar y hacer verdaderos esfuerzos para restablecer las barandillas de seguridad que protejan contra futuros desastres.
El debate sobre la soberanía europea o la autonomía estratégica está sobre la mesa.Soberanía significa en última instancia capacidad de actuar, y la guerra en Europa hace aún más urgente que los europeos posean una alta capacidad de actuar también en política de seguridad y defensa
Es ilusorio un planteamiento conjunto de la comunidad internacional ante la crisis climática.La Conferencia de Sharm el-Sheikh se ve ensombrecida por la guerra de agresión rusa a Ucrania, que ha sembrado mucha desconfianza en todo el mundo.