McVicar evita enfatizar su regie de personas con actitudes teatrales extremas.En este Tríptico todos aman, mueren y viven con intensa pero cotidiana naturalidad
La obra da comienzo bajo la lluvia en Piazza della Scala.El tono es de parodia, pero en realidad es una tragedia lo que se va a representar.Un público de excepción para una plantilla de artistas, mujeres y hombres, del más alto nivel.
En esta 'Beatrice di Tenda' los únicos personajes con ‘carne’ son la protagonista y sobre todo su segundo esposo y verdugo, el papel más extenso y notable de Bellini para un barítono.El presunto amante y la vengativa dama de corte son apenas esbozos.
La presencia del director Riccardo Chailly, al frente de la Orquesta de la Scala de Milán, marca el ciclo del Auditorio Kursaal, por el que pasarán músicos de gran calado que abordarán obras del gran repertorio.
La Ópera de París ha querido resucitar esta 'Beatrice di Tenda' llamando a uno de los directores de escena más justamente renombrados, Peter Sellars.Sin embargo, en esta ocasión el trabajo de Sellars ha sido unánimemente criticado.
En este 'Ballo' se contó con el último trabajo -por desgracia poco avanzado- de Vick antes de su muerte para el Festival Verdi en el Teatro Regio de Parma.No se contará entre sus aciertos.No molesta, pero no interesa
Coincidiendo con la publicación de la reseña del disco 'Catalan cello works' en Naxos puede ser interesante repasar el panorama de los violonchelistas catalanes entre Pau Fargas y Gaspar Cassadó
Hay obras musicales que casi no precisan escenografías para despertar al instante la imaginación de los espectadores, como demuestra Manuel Schmitt en su producción de Salomé.
Llegados a los bises se acabó Verdi y apareció Puccini con un ‘E lucevan le stelle’ con todas las exageraciones del verismo de los años cuarenta y cincuenta del siglo pasado.Y luego una canzonetta napolitana que estuvo bien sin competir con ninguna de las interpretaciones de referencia.