Dos funciones en forma de concierto un tanto extraña, ya que ha habido buenas luces y una especie de ‘decorado’ en forma de velos que iban cambiando de colores.Los personajes, vestidos con atuendo de estricto concierto, entraban y salían, e interactuaban de modo sobresaliente
Cualquiera que hojee el manuscrito de la Sinfonía nº 7 de Bruckner se topará con un pajarillo, el Mimus polyglottos ¿Compuso Bruckner un pájaro burlón?¿Cuál era el significado simbólico de los cenzontles en la Viena de Bruckner?
En comparación con muchos conciertos similares de otros grupos, la actuación de Naturally 7 fue brillante.La ejecución es impecable y musicalmente perfecta;está en la tradición del espectáculo estadounidense, pero le falta un poco de calidez y hay demasiada electrónica.
Durante las primeras décadas del cine sonoro, la mayoría de las adaptaciones de musicales de Broadway distaron mucho de ser fieles a los espectáculos originales de Broadway.Los musicales de cine duraban menos de dos horas;
"The philosophy of modern song" no se trata de un libro realmente bien pensado y elaborado, ni mucho menos de una "filosofía", sino simplemente de un artículo para aficionados.Y un artículo tan fan no tiene por qué responder de la deplorable cuota femenina que detenta.
Entre los recursos gratuitos disponibles en el portal se encuentra el Diccionario de Música de Naxos, un diccionario “online” en constante expansión con muestras de audio y notación, así como el acceso también gratuito al sitio Web Naxos Musicology International.
Llamar simplemente grupo a capella a Naturally 7 es quedarse muy corto.Sus siete integrantes, cuatro tenores, dos barítonos y un bajo, interpretan canciones con trompetas, trombones, guitarras eléctricas, violonchelo, armónica, sintetizador, una batería completa y mucho más, utilizando solamente sus voces.
En el mundo de la ópera -la más absurda y alienada de las artes- hay muchos que no dejan morir sus mitos fácilmente.Es a ellos, los que hoy envejecen recordando un “pasado” que para ellos es siempre el presente, que hoy me complazco en proclamar: “¡La Tebaldi vive!