Los personajes se movieron como estatuas sin alma, trabajaron correctamente, pero sin mayor entusiasmo y en general algo perdidos.Sin aristas también dirigió Robin Ticciati, un director de orquesta talentoso pero aún poco experimentado en Wagner, que interpretó “de corrido” sin esos sforzando, pausas, o diferenciación cromática requeridos para dar vida a esta partitura
Alguien dirá que esta edición del 'Parsifal' de 1955 era innecesaria, pues Weber, Vinay, Mödl y Neidlinger están más que documentados en sus respectivas partes;por otro lado, el Amfortas de Fischer-Dieskau ha tenido siempre sus detractores, tanto en Bayreuth como con Solti;
Thielemann es sin duda el mejor director wagneriano de los últimos veinticinco años.Lo afirmo y lo sostengo.Como escribiera el mismo Wagner, Thielemann narra “las desgracias y muerte...la miseria de Wotan...
En la oxigenada atmósfera acústica de la Semperoper, Thielemann y su orquesta lograron arrebatar a los espectadores con una interpretación ya probada y esencialmente fluida, espontánea y precisa en cada detalle y de una gloriosa luminosidad polifónica.
En estos tiempos de tolerancia intolerante, Grace Bumbry mostró su buen juicio en una carta dirigida a una joven colega también ‘de color’ que armó gran revuelo por no querer cantar en Verona donde en otra ópera, Aida, los cantantes habían cometido la tropelía de aceptar ser maquillados.
En la recién bautizada Sala Victoria de los Ángeles en la ESMUC se ha presentado la tercera edición del Primavera LIFE Victoria que contará con la presencia de grandes nombres y masterclasses, con Schubert en el centro
No puedes ir más deprisa que tu propia técnica;es como un campesino, no puede plantar y recoger al día siguiente, ha de esperar a las estaciones.Macbeth y Lady Macbeth no quieren esperar y entonces rompen los ritmos de la vida.
Los registros de Karajan y Böhm debían competir con el pionero de Solti para Decca;poca cosa se sabía entonces de Swarowski o de Furtwängler;menos todavía de Krauss, Keilberth o Knappertsbusch.El registro de Böhm tuvo siempre grandes atractivos: original de Bayreuth, con los grandes intérpretes de la casa y una presentación ciertamente atractiva, ya fuera en las cuatro cajas individuales o en la enorme caja roja.
The first two instalments of Stefan Herheim’s new Ring cycle for the Deutsche Oper – Das Rheingold and Die Walküre – were ingenious pieces of theatrical invention, delightful as standalone works of drama, yet brimming with images and ideas that seemed to pull its central concept in any number of directions at once.
Hace tiempo que me aplico el cuento de Tolstoi y consumo Wagner con moderación: no pienso asistir nunca más a un Anillo en Bayreuth y he leído este libro justo un año después de haberlo comprado.Pero eso no me impide exhortar a todo el mundo para que peregrine a Bayreuth al menos una vez en la vida, ni recomendar este libro a cualquiera que tenga algún interés en el drama nibelungo.