Como compositora culta e inteligente que es, Rebecca Saunders sabe que los géneros históricos dan, todavía, mucho de sí, y, al igual que la novela o la sinfonía distan de estar agotadas, el género concertante alberga incontables posibilidades merecedoras de ser explotadas hasta llegar a algunos de los logros que la propia Saunders ha compartido con nosotros
Frente al enorme cromatismo, la exuberancia tímbrica y la continua expansión en el espacio del órgano de Messiaen, el de Mark Andre es un órgano que se suspende y recoge sobre sí mismo, buscando los rastros de una ausencia, las reverberaciones en el silencio, pues es en éstas donde Andre afirma que podemos sentir la presencia divina.
La nómina de compositores aquí reunidos es realmente amplia y, quizás lo más importante, representativa de algunas de las corrientes principales que dan buena fe de lo que son varias de las líneas maestras de la música culta en este primer cuarto de siglo XXI
Veil (2012) para dos flautines es un juego de veladuras en el que cada piccolo vela al otro, cubriendo su sonido por medio de armónicos, ilusiones de alturas sueltas (la mayor parte, en un registro agudísimo) y ruidos (que se centran en una producción de aire sin tono recurrente durante la mayor parte de los apenas cuatro minutos de duración que en esta lectura cuenta Veil).
Clara Iannotta ha tenido que alquitarar muchas de las corrientes más sustantivas de las últimas décadas, así como irse desprendiendo ya no sólo de capas prescindibles del pasado, sino de aquellas del presente llamadas a lo accesorio
Liquen presenta la integral para piano de Emilio Calandín compuesta entre los años 1983 y 2020: un conjunto de partituras que dan buena fe de su evolución estética, así como de muchas de las corrientes pianísticas que han surgido a lo largo de los últimos siglos, buena parte de las cuales encuentran un eco en las partituras de Calandín.
La escritura de Mochizuki se basa en una serie de patrones que los músicos imitan sucesivamente entre sí, a través de variaciones y espejeos que procuran definir una identidad en cada cuerda, así como la relación de estas identidades en diálogo con el otro, a modo de microsociedad.
Si un conjunto en la actualidad puede dar cuenta de requerimientos en el límite de lo (im)posible, ése es el JACK Quartet, cuarteto neoyorquino considerado como una de las mejores formaciones del momento en su género, algo que vuelven a rubricar en este compacto del sello Wergo, así como, muy especialmente, en «You crawl over seas of granite», por ellos mismos estrenada hace un año en el Ultraschall berlinés.
'karst survey' es un aquilatadísimo ejemplo de la plenitud técnica y estilística de McCormack, marcada por una música rotundamente física y táctil, producto de una asimilación muy personal de los lenguajes que lo enraízan en la tradición lachemanniana vía Chaya Czernowin y la música saturada francesa, con cuya densa e hiperactiva concentración de recursos tanto comparte 'karst survey' en sus compases más rotundos y poderosos