El 'Concierto nº 2' de Brahms ofrece a Stephen Hough mucho en lo que lucirse, numerosos retos interpretativos, musicales, pianísticos, técnicos, físicos y hasta, si se quiere, psicológicos.Los dos primeros movimientos (Allegro non troppo y Allegro appassionato) son sinfónicos y los demás (Andante y Allegretto grazioso) música de cámara.
El mayor defecto de Elim Cham es la incomprensión del compositor, de su lenguaje, de su estilo, de su espíritu.No se reconoce una línea conceptual, un discurso, un contenido inteligible ni se sabe qué quiere decir la directora con su versión.
La actitud de Manuel Capdevila es la de mirar hacia adelante, de trabajar para un futuro mejor y dedicarse a su pasión que es la música y lo hace con coraje y una gran capacidad de trabajo.Sus archivos, su agenda y su empatía son extraordinarios.
Tras dos ocasiones en las que Las bodas de Fígaro se propusieron al público del Maestranza con la producción del equipo Castro-Frigerio-Squarciapino, en esta, la dirección del teatro ha optado por una alternativa igualmente cuidada, procedente del madrileño Teatro Real.
Abunda el/la director de escena que tiene su ideíta (con la que estiman que van a brillar) y que busca que en el espectáculo todo se supedite a ella.Tal es el caso de Netia Jones en estas 'Bodas de Fígaro'
El amor puede hacernos transitar por senderos tanto paradisiacos como obscenos, y eso intenta plasmar Andrews, subrayando la función de “dramma giocoso” de Da Ponte, quizás con algunos elementos innecesarios
Tras las protagonizadas por los compositores Francisco Coll y Elena Mendoza, inicia ahora su residencia artística con el Palau de la Música y con la Orquesta de Valencia el compositor francés Pascal Dusapin.