Terfel protagonizó Aleko y Gianni Schicchi, dos óperas diametralmente extremas, la primera por su exacerbado dramatismo y la segunda por su humor irresistible.Stephen Medcalf respondió a este doblez de Terfel en dos alternativas opuestas con un cuadro escénico único
Con estos mimbres podía haber sido una gala maravillosa o simplemente de relleno, y algo hubo de las dos cosas.Ángela Meade fue maravillosa, pero como pasa en este tipo de galas cantó poco para lo que los aficionados hubiéramos deseado
La excelencia vocal es tanta que uno corre el riesgo de olvidarse de la orquesta y el director.I Virtuosi Italiani están excelentes, en la línea del planteamiento de I Solisti Veneti con Claudio Scimone, solo que Corrado Rovaris tiene mayor nervio teatral y se deja llevar por el frenesí que los solistas imprimen a los números.
Bad Wildbad se ha consolidado como el hermano “menor” del Festival Rossini de Pésaro, ofreciendo cada año títulos rossinianos junto a recuperaciones contemporáneas (la última publicada ha sido 'Tebaldo e Isolina' de Francesco Morlacchi), con repartos jóvenes que han incluido estrellas entonces en ciernes como Jessica Pratt y Michael Spyres, puntualmente grabadas por Naxos.
Las razones para la escasa popularidad de "Ricciardo e Zoraide" están claras: en el aspecto musical requiere un reparto de primera clase, capaz de afrontar las exigencias habituales de las obras destinadas a los míticos Colbran, Nozzari y David;
Spyres tiene una gran voz y un fiato que a veces me dejaba asombrada.El timbre es bonito, los graves preciosos, potentes y ligeros al mismo tiempo, y este tipo de 'baritenor' que tanto se usaba en época de Rossini ahora es poco habitual y por eso doblemente apreciado.
En vista del resultado, espero que metan mano pronto a La vestale, Fernand Cortez y Agnese di Hohenstaufen, de modo que se pueda valorar justamente la producción de un compositor que merece más atención de la que recibe.
La Programación Lírica coruñesa dedica este año su contenido a dos de los principales creadores de la historia musical, Wolfgang Amadè Mozart, cuyo Don Giovanni tuvo su estreno español en A Coruña, en 1798, y Giuseppe Verdi, que situó su Don Carlo en España, siendo el traductor al italiano de la ópera original, en lengua francesa, Achille de Lauzières, precisamente el libretista de Inés e Bianca la ópera del compositor coruñés Marcial del Adlid que por azar no se llegaría a estrenar, como estaba previsto, en París.
Para la parte orquestal la Bartoli también ha prestado “sus” Musiciens du Prince-Monaco, cuyos instrumentos originales suenan maravillosamente empastados, plenos, cálidos, redondos y brillantes a las órdenes de Gianluca Capuano, que ha sabido captar las diferencias estilísticas de todos los repertorios para enriquecer ulteriormente un disco que se convierte automáticamente en un clásico contemporáneo, referencia absoluta de la recuperación de un compositor y un repertorio que aún tienen mucho que ofrecer.
En el primer acercamiento de Donizetti a la figura de Isabel I Tudor, muy lejos de los otros dos títulos (Stuarda y Devereux), Pratt fue un acierto total.Es probable, vistos los roles de la creadora del personaje, Adelaide Tosi, que con su aire a lo Sutherland, Pratt nos haga una idea muy aproximada de cómo habrá sonado la parte.