Creado a finales del siglo XIX, el CIBM nació como un instrumento para dinamizar y visualizar las bandas de música y ha cumplido este cometido de una manera sobresaliente, pues gracias nuestro certamen, los músicos valencianos son sinónimo de excelencia y prestigio.
A falta de la oferta que vayan sumando Kursaal Eszena (San Sebastián) y el bilbaíno Teatro Arriaga, el paisaje musical vasco del próximo curso se ha desvelado esta pasada semana con una llamativa concentración.