Vox nostra resonat
Pilar Castillo (I): La infancia de las hermanas Dora y Pilar Castillo
Beatriz López Suevos
Aún es mucho lo que nos falta por conocer de la música gallega de los últimos doscientos años. Y hay un momento especialmente interesante porque nos habla de una vida musical muy rica tanto en las grandes ciudades como en villas de mediano tamaño, y que a veces nos regala datos que casi nos hacen añorar esos tiempos: las décadas finales del siglo XIX y el comienzo del siglo XX. Poco a poco se van realizando investigaciones y publicando algunas cosas, pero sigue siendo necesario seguir investigando pequeñas historias desde las que construir una historia general de la música gallega.
Hay una figura que se menciona, especialmente en A Coruña, con cierta frecuencia y de la cual sin embargo sigue siendo difícil explicar quién fue concretamente y hasta dónde llegó su repercusión en la vida musical gallega. Algunos hablan de “una gran pianista coruñesa, Pilar Castillo, de carrera internacional”. Otros, como Xoán M. Carreira, dicen que su sobrino, el intelectual gallego Carlos Martínez Barbeito, quien convivió con ella muchos años, afirmaba no haberle escuchado nunca tocar el piano que tenían en casa. Yo misma, en el marco de mi investigación sobre Eugenia Osterberger de Saunier*, encontré con regularidad a Pilar Castillo, como pianista y violinista. Y además fue compositora, aunque sólo parecen conservarse dos canciones de su autoría, ambas para canto y piano: Durme, melodía gallega para canto y piano*, y Maruxiña, muiñeira sobre un texto de Eduardo Pondal.
Este artículo busca una aproximación a la figura de Pilar del Castillo y plantear alguna respuesta a estas preguntas: ¿fue una pianista prometedora que como tantas otras mujeres tuvo que abandonar su carrera ?, ¿una figura local que tuvo su importancia para A Coruña como profesora de piano?, ¿una pianista que dejó su carrera por problemas de salud (acaso mentales) y se encerró en su casa?
Empiezo por reflejar algunas de las informaciones sobre Pilar Castillo que se repiten en casi todo lo que se ha publicado sobre ella. El crítico musical coruñés Antonio Buján escribió sobre ella: “Fue una grande, extraordinaria pianista, es más que posible, probable que fuese la mejor pianista de Europa de su tiempo”, lo cual es claramente hiperbólico. Tampoco valoro la afirmación de María Luisa Ozaita de que “el gran Rubinstein mostró interés por ella y le dio consejos y apoyo en su carrera”*, no porque la considere falsa, sino porque es un tópico que se repite tanto, que aporta poco. A juzgar por los periódicos, decenas o más bien cientos de pianistas de la época recibieron lecciones o consejos de Rubinstein, y es muy difícil determinar cuándo se trata de una relación regular que constituyó un auténtico aprendizaje y cuándo se trata sólo de unos pocos encuentros casuales y algunos consejos generales. En el caso de Pilar Castillo, en el momento actual de la investigación, no es posible fijar ningún contacto regular u ocasional con Rubinstein.
Por eso, ciñéndome principalmente a fuentes hemerográficas y unas pocas publicaciones, intento delimitar qué es realidad y qué es mito en Pilar Castillo.
El nombre de Pilar Castillo, sin ser muy habitual, aparece ocasionalmente en la prensa gallega*. Pero creo que la primera referencia interesante para conocer a nuestra pianista es la del Boletín del Arzobispado de Santiago, informando que el 6 de febrero de 1888 tomó los hábitos en el “convento de religiosas de Santa Bárbara de la Coruña, Dª María Pilar Castillo Silva, que ha tomado en la Religión el nombre de Sor María de los Remedios del Corazón de Jesús”*, y que se puede considerar posible pariente (tía o prima) de la pianista.
Las breves notas biográficas existentes sobre Pilar Castillo dan como fecha de nacimiento 1895 -aunque en algunas noticias periodísticas le añaden dos años, o sea, nacida en 1893- y como lugar A Coruña. Sus primeros estudios musicales se iniciaron seguramente con su madre, Dª Salvadora Sancha de Castillo*, profesora de piano en la ciudad, y continuaron con Eugenia Osterberger Luard de Saunier (1852-1932). En todo caso fueron evidentemente muy fructíferos, porque cuando Pilar Castillo -casi siempre acompañada por su hermana Salvadora o Dora- comienza sus actuaciones públicas en A Coruña lo hace con un empuje poco habitual y con un alto dominio tanto del piano como del violín (que en ese momento estudiaba con Manuel Sánchez Yáñez).
La primera referencia escrita a la jovencísima Pilar Castillo es del 10 de abril de 1904, cuando la Revista Gallega publica un artículo referido a un festival caritativo en beneficio de la Cocina Económica de A Coruña. Por cierto, es interesante destacar cuántos grandes músicos de la Belle Époque -incluidos Granados o Sarasate- iniciaron su carrera en funciones benéficas.
Por la caridad. Velada artística.- Bien sabían los filántropos y entusiastas iniciadores del festival organizado en beneficio de la Cocina Económica, que sus gestiones habían de ser secundadas por el pueblo, por este pueblo coruñés siempre generoso y abnegado, cuando de acudir en socorro del necesitado se trata; así que no es de extrañar que la noche del domingo último el hermoso teatro principal (actualmente Teatro Rosalía de Castro) se hallase en su totalidad ocupado por un auditorio tan numeroso como inteligente y distinguido.
La velada respondió al objeto a que se destinaba y los elementos que en ella tomaron parte pusieron empeño en que resultase amena y reproductiva.
La orquesta que dirige el maestro Sr. Sánchez Yáñez inició el acto y seguidamente comenzó el espectáculo con la presentación de la bella y arrogante Srta. Ascensión Alonso Miguel que interpretó delicadamente el monólogo Mi beneficio, escrito para Loreto Prado, revelándose dicha Srta. como actriz de mérito. Fue obsequiada con un hermoso ramillete del que pendían lujosas cintas.
Las bellísimas niñas Pilar y Salvadora Castillo, hijas del delineante de Obras Públicas D. Enrique Castillo Baroa, la primera con el violín acompañándola al piano su hermana, ejecutaron un bolero, de Berlioz y una fantasía de Sonámbula, y de tal modo entusiasmaron al público las incipientes artistas, que viéronse obligadas a repetir, y últimamente Pilarcita, que es también hábil pianista, interpretó una dificilísima Tarantela.
La comisión y las familias de Saunier y Álvarez Muñiz, regalaron a las encantadoras niñas lindísimos bouquets y canastillas de flores, por este orden:
Canastilla de flores naturales de los Señores de la Granja Agrícola*, otra canastilla de su maestra de piano la distinguida artista señora de Saunier, bombonera de las señoritas del Moral, y una preciosa caja forrada de raso, llena de dulces de la Sra. Dña Pilar Lois.
Después de este número efectuose el estreno del diálogo aristocrático pasional Gloriosa derrota, escrito en prosa castellana por nuestro director D. Galo Salinas […] Tanto la Sta. Consuelo Puga […] como el joven D. Carlos Rey […] dieron vida a los personajes […] El público aplaudió unánime e hizo salir a escena a los intérpretes de la obra y al Sr. Salinas, al que le fue entregado un artístico pergamino pintado y escrito por nuestro queridísimo amigo y compañero en la prensa D. Eladio Rodríguez y González […]
Llegó el turno a la banda del regimiento Isabel la Católica que por la perfecta ejecución de los bailables de Copelia escuchó merecidísimos aplausos; la banda está notablemente reformada.
Niceto Sánchez, el antiguo veterano en lides dramáticas, al dar vida tan naturalmente al obrero del monólogo traducido del poema de Copée La huelga de los herreros, estuvo colosal: entusiasmose con el simpático anciano de la fábula y con él sintió y pensó, conmoviendo al público que le colmó de aplausos premiando su primorosa labor de artista de cuerpo entero.
D. Mariano Alonso, profesor de violoncelo y su hija la Srta. Ascensión, discreta pianista, y que ya se hiciera admirar en el monólogo, interpretaron algunos fragmentos de Aida, Favorita y otros números que obtuvieron una acabadísima ejecución, pues si el Sr. Alonso sabe hacer vibrar con un arco las cuerdas del difícil instrumento, su digna hija al pulsar las teclas del piano acierta a arrancar del cordaje sonidos y melodías, por manera que una y otro descuellan como indiscutibles artistas merecedores de los aplausos tributados.
Terminó la velada con la representación del juguete de Gonzalo Cantó El asistente del Coronel, en el cual la Srta Ascensión Alonso volvió a poner de relieve su arte, el amigo Julio Díaz Marey hizo las delicias del público con sus ocurrencias y recursos escénicos, Carlos Rey fue el actor de siempre, y los Sres. Veiga y Lage demostraron que saben decir y hacer.
La fiesta resultó digna del objeto que la motivaba y los pobres socorridos tienen un motivo más para su agradecimiento.
Todos han contribuido gratis al festival de la caridad y para todos hay frases de encomio.
La prensa al publicar el espectáculo y halagar a los organizadores y a los que en él tomaron parte; los profesores de la orquesta; el empresario Sr. Anido, al ceder gratis el local; el contador D. Emilio Ramos y los empleados del teatro, condonando sus honorarios; el Sr. Saunier proporcionando gratis el fluido eléctrico, todos, todos son acreedores al más espontáneo y sincero elogio, a las felicitaciones más expresivas […]*
Las siguiente noticia es sólo una semana posterior, del 16 de abril de 1904*, cuando se anuncia una función de caridad “a beneficio de los pobres vergonzantes” que se celebra nuevamente en el Teatro Principal de A Coruña y en el que actúan “las niñas Salvadora y Pilar Castillo”, junto a una academia de esgrima, una banda popular y la “Orquesta de la Coruña”, dirigida por Ángel del Castillo (acaso otro pariente), lo que en 1904 puede significar la Orquesta del Teatro Principal, cuyo director era el propio Ángel del Castillo, o más probablemente la Sociedad Orquesta de La Coruña, fundada en 1898 por Manuel Berea.
Más datos sobre este ajetreado mes de abril de 1904 provienen nuevamente de la Revista Gallega: "Los martes conciertos en casa de la Saunier. Sábados en la Granja Agrícola, Sres Álvarez Muñiz. Actúan Salvadora y Pilar del Castillo. Salvadora es discípula de Berea (13 años), Pilarita (11 años) es discípula de E. Saunier, toca el piano, la guitarra, el arpa y el violín que aprende con Manuel Sánchez Yáñez. Su primera obra la dedicó a su profesora y la hizo en ausencia de ésta."*
Observarán que durante los primeros años de la vida de Pilar Castillo aparece constantemente a su lado su hermana Salvadora Castillo, luego llamada Dora Castillo, quien tuvo también una carrera musical pública, aunque más orientada al canto que al piano, y de la que se tratará también en esta serie de artículos 'Vox nostra resonet' dedicados a la música en Galicia.
En 1905 se habla nuevamente en la Revista Gallega de un concierto celebrado a mediados de marzo por las hermanas Castillo, quienes desde entonces aparecen regularmente en la prensa local:
En la Reunión de Artesanos.- El Circo de Artesanos […] ha celebrado el 58º aniversario de su constitución y quiso conmemorar tan simpática fecha con una velada artística, en la que sólo tomasen parte los discípulos de las clases de música que la sociedad sostiene, los profesores de las mismas y los alumnos de la Escuela regional de declamación.[…] Comenzó la velada presentando el profesor de piano D. Francisco Pillado a las Srtas. Carmen Nache y Carmen Martín. La primera ejecutó con briosa pulsación, seguridad y gallardía, la Serenata española, de Salomé, y la segunda, niña todavía, La fileuse, de Raff, interpretada con sentimiento y arte poco comunes en jóvenes de la edad de la ejecutante. El público demostró su agrado con nutridos aplausos. Siguió el turno el cuarteto de violines y viola compuesto por los niños Pilar Castillo, Eladio Rodríguez Yordi [hijo de Eladio Rodríguez González], Isaac Pedregal y José Doncel, presentados por su profesor D. Constante Suárez Chané* que ejecutaron la bellísima Reverie, de Schuman, con tal afinación, gusto y comprensión de las inspiradas frases del músico alemán, que el auditorio complacido aplaudió lo acabado de la interpretación. El Duo de violines, de Pleyel, fue idealizado -admítasenos el vocablo-, por Pilarita Castillo y Eladio Rodríguez Yordi, dos artistas liliputienses que arrebataron al público por el primor y perfección, sentimiento y delicadeza con que dieron vida a esta página musical*
En marzo de 1906 es La Voz de Galicia la que recoge una velada en casa de los Saunier*, donde nuevamente se comenta la interpretación de Pilar del Castillo y se hace una interesante descripción de lo que era una velada artística, donde la calidad de las interpretaciones musicales llegaba a ser muy alta, prácticamente profesional, y excede por lo tanto lo que se puede considerar simplemente 'música doméstica' o privada:
De Sociedad. En la elegante casa de los señores de Saunier se celebró una interesante y agradabilísima velada musical a la que asistieron muchas conocidas familias. Tuvo la fiesta las proporciones de un verdadero suceso artístico.
El notable tenor de ópera, nuestro amigo y paisano Ignacio Varela y su esposa la aplaudida soprano lírica Bibiana Pérez, hoy retirada de la escena, que durante tres temporadas se hizo aplaudir justamente en el Teatro Real y en los primeros coliseos de Italia y otros países, cantaron de modo irreprochable el hermoso dúo final de Aida; y después, la romanza de La Africana y la barcarola El Alba de Rotolí, el Sr. Varela y la romanza de las joyas de Fausto y la cavatina de Semíramide, su esposa. Ambos fueron aplaudidísimos […]
La señora de Saunier y las señoritas de González Valdés, Castillo, Gaos y Juncal ejecutaron en dos pianos obras de Weber y Beethoven y unos delicados vals de Schulot.
Además, Mad. Saunier dejó oír un bello rondó caprichoso, de que es autora. Otras composiciones suyas (canciones y melodías gallegas y Je t’aime) fueron cantadas por las señoritas de Castillo y por la señora doña Blanca Pita. Inútil es decir que se ponderó mucho el talento de la compositora y las relevantes dotes de sus intérpretes.
La señorita de San Gil tocó una preciosa fantasía de Mendelssohn; Pilar Castillo, violinista de indudable mérito, el Bolero de Beriot y M. Rauter Ruediger, que posee una excelente voz de barítono, dejó oír a instancias de sus amigos, una romanza de Tannhaüser y una sentida melodía de Massenet. Para todos hubo felicitaciones y aplausos.
Terminó la artística fiesta con el Bolero español, coro en francés que ejecutaron a maravilla las de señoritas de Castillo, Gaos y otras con acompañamiento de panderas y castañuelas.
Como se ve, la velada tuvo variedad grande e intensos atractivos para los amantes de la buena música.*
En 1907 se celebra una recepción a la colonia francesa en casa de los Saunier*, en la que tocaron tanto Pilita Castillo como Eugenia Osterberger (Mme Saunier)
De Sociedad. La colonia francesa residente en esta población y buena parte de la sociedad coruñesa congregáronse ayer miércoles en casa de los señores de Saunier que recibieron de sus amistades sinceras felicitaciones con motivo del regreso del extranjero de sus hijos Jorge, Eugenio y Luis.
Hubo, como en los miércoles anteriores, deliciosos ratos de declamación y música. […] Pilita Castillo, que apenas cuenta 11 años, pero que revela indudables condiciones de artista, ejecutó al piano varias obras de interpretación difícil a las cuales supo dar relieve singularísimo. […].*
La información sobre Dora y Pilar Castillo se incrementa a partir de 1909, con una interesante mención en los “Ecos de sociedad” del periódico El Eco de Galicia en octubre de 1909, que reproduzco íntegramente por su importancia:
“Ecos de sociedad. Dos artistas notables.
Lo son, sin género alguno de duda, las Srtas. Dora y Pilar Castillo, que con sus señores padres regresaron de Madrid, después de haberse examinado en el Conservatorio y alcanzado merecidos triunfos en solfeo, piano y canto. Las dos incorporaron tres años de solfeo y ocho de piano, obteniendo en todo notas de sobresaliente, y merecido de los jueces del tribunal sinceras felicitaciones y públicos elogios. No nos extrañan estos triunfos, pues sus cualidades de artistas y su indiscutible pericia musical, son conocidas en la buena sociedad coruñesa, en donde tienen cosechados muchos aplausos.
La Srta. Dora Castillo, aconsejada por notables maestros, se examinó además de tres años de canto, habiendo obtenido entusiastas aplausos del público que la escuchó, y notas de sobresaliente con que premió el tribunal sus conocimientos en tan difícil arte. Los señores examinadores la colmaron de felicitaciones augurándole un brillante porvenir en su carrera, por su hermosa voz de soprano lírica.
Es lástima que tan aventajadas y notables pianistas, no hayan podido hacer oposición al premio a que solo pueden optar las alumnas de enseñanza oficial.
Felicitamos sinceramente a esas señoritas que con su talento supieron conquistar lauros para Galicia, y a sus padres nuestros amigos los Sres. de Castillo, y muy particularmente a su madre la conocida profesora de piano Dª Salvadora Sancha de Castillo y al afamado maestro D. Canuto Berea*, a quienes deben sus discípulas el amor al arte musical y los conocimientos que, con las mejores recompensas, supieron premiar los jueces que componen el tribunal del Conservatorio, todos profesores notabilísimos.”*
El 31 de marzo de 1910 Pilar Castillo y su hermana Dora participan en una fiesta de sociedad. El Capitán General de Galicia, Amós Quijada, celebra su santo y la primera comunión de su hija Felisa, de 12 años, y: “Terminado el lunch se hizo música. La encantadora hija del general, señorita Felisa, cantó con hermoso timbre de voz y esmerada afinación, el aria 0 Mari, acompañada al piano por la bella señorita Pilar Castillo. El teniente coronel de Estado Mayor, D. Luis Irles, y la señora doña Concepción Mesa*, han cantado de modo magistral el dúo de barítono y soprano de la ópera Sanson et Dalila. También resultó soberbio el dúo de la ópera Hugonotes, cantado por la señorita Dora Castillo y el Sr. Irles. Igualmente obtuvo una interpretación esmerada el trozo del Barbero de Sevilla, que han cantado dichos señores.”*
También un tono entre social y musical tiene el artículo que la revista viguesa Vida gallega dedica en julio de 1910 a una serie de figuras femeninas destacadas de la música gallega: la joven soprano María Pardo Trapote (de 16 años), la pianista Elvirita Rey Camiña (de 9 años) y las hermanas Dora y Pilar Castillo:
“Dora y Pilar Castillo
En la buena sociedad coruñesa, donde Dora y Pilar Castillo tienen muchos admiradores, ha causado gran júbilo la noticia del resultado de los exámenes que hicieron estas señoritas en el Conservatorio de Madrid.
Las dos hermanas, desde muy niñas, demostraron raras cualidades para la música y en Santiago terminaron la carrera de solfeo y piano, ganando premios, a la edad en que otras empiezan a estudiar.
Después quisieron consolidar sus estudios y el año pasado se matricularon, por enseñanza libre, en el Conservatorio de Madrid, y de una sola vez hicieron brillantemente los ejercicios de tres años de solfeo y ocho de piano, despertando la admiración de profesores y público que presenciaba los exámenes.
Dora, que también posee condiciones especiales para el canto, quiso conquistar triunfos en esta carrera, y los consiguió terminando los estudios en dos años con gran éxito.
Pilar, después de terminada su carrera de piano, se encariñó con el violín, y de una sola vez se examinó de seis años siendo agasajada entusiásticamente por los profesores del Conservatorio.
Esta niña transporta de repente, ejecutando a primera vista cualquier obra, por difícil que sea. Y es compositora. Es autora de inspiradísimos trozos de música gallega.
En la Coruña, su pueblo natal, estas distinguidas señoritas contribuyen con su talento a realzar todas las fiestas que allí se celebran con algún fin benéfico.
Dotadas de un corazón abierto a toda noble iniciativa, siempre se hallan dispuestas a contribuir, con los primores de su exquisito arte, a enjugar las lágrimas de los necesitados.
Nosotros, al publicar sus retratos, hacemos justicia a sus méritos artísticos y nobles sentimientos.”*
Nueva actuación ‘social’ de Pilar Castillo el 20 de agosto de 1910. Con motivo del bautizo de una nueva hija del Capitán General de Galicia, Amós Quijada, se da una fiesta, un lunch seguido de música donde la misma hija mayor “Felisita Quijada” que meses antes había celebrado su primera comunión con música a cargo de Pilar Castillo (entre otros artistas), canta una napolitana. Luego Dora Castillo y Luis Irles cantan el “dúo de Aida” y otros números “acompañados al piano por la ya notable concertista Pilar Castillo a quien la concurrencia tributó unánimes y merecidos aplausos”*
Estas noticias publicadas en la prensa gallega en 1909 y 1910 están seguramente relacionadas con un breve suelto que aparece en El Eco de Galicia en noviembre de 1910*: “Solicitud de José Baldomir [a la Diputación de A Coruña] para que se le conceda una subvención; ídem para que se paguen los estudios en el Conservatorio a la señorita Pilar Castillo”
Es probable que Castillo recibiera esta subvención de la Diputación de Coruña -u otro mecenazgo semejante- y se trasladara a Madrid, o bien no, puesto que en mayo de 1911 el diario lucense El regional le dedica su sección “Los gallegos fuera de Galicia” pero la sigue citando como alumna de Canuto Berea y no de ningún profesor del Conservatorio de Madrid:
“La hermosa niña Pilar Castillo, perteneciente a una familia coruñesa y verdadera notabilidad en el piano, ha dado admirables conciertos en el palacio de la infanta Doña Isabel y en el salón de fiestas de El Heraldo. En uno y otro fue aplaudidísima y felicitada con efusión. Los entusiastas elogios se hicieron extensivos a su maestro, el notable artista coruñés D. Canuto Berea. El martes dará otro concierto en el Ateneo”*
La misma noticia, prácticamente con las mismas palabras y el mismo día, se repite en El diario de Pontevedra y en El norte de Galicia, en este caso con un añadido final: “La celebrada artista es muy conocida en esta población [Lugo] de donde es natural su madre”*
El 23 de mayo de 1911, pocos días después de estos conciertos en Palacio y en los salones del Heraldo de Madrid, ofrece un concierto en el Ateneo de Madrid, con un repertorio de enorme exigencia virtuosística para cualquier pianista, y más aún para una adolescente de 16 años:
NOTICIAS. Ateneo de Madrid
Pasado mañana martes [23 de mayo de 1911], a las nueve y media de la noche, celebrará el Ateneo una velada de homenaje a la memoria de Liszt, en el año de su centenario. El vicepresidente de la sección D. Miguel Salvador abrirá la sesión con la lectura de algunas cuartillas, y la señorita doña Pilar Castillo hará en el piano la «narración» del siguiente programa:
PRIMERA PARTE. Preludio y fuga en mi menor, Bach-Listz. Feux Follets - Mazeppa - Rapsodia número 11, Listz.
SEGUNDA PARTE. Saint François de Paule Marchant - Au bord d'une source sur les flots - Les Jeux d'eaux de la villa d'Este, Listz. Obertura de «Tannhauser», Wagner-Listz.”*
Pero Pilar Castillo salió bien del compromiso, según narra brevemente el diario madrileño El Imparcial:
Reuniones y Sociedades. Ateneo. Como homenaje a Liszt en la fecha de su centenario, se celebró anoche una velada musical. El vicepresidente de la sección leyó unas cuartillas encomiásticas, y la señorita doña Pilar Castillo, discípula predilecta del notable maestro Berea, ejecutó al piano, entre constantes aplausos, las obras más celebradas del insigne compositor y algunas otras de Wagner.”*
Y creo que este es un buen momento para dar por finalizada esta primera entrega de la vida y carrera de Pilar Castillo, cuando a los 16 años, ya no una niña según los cánones del momento, está despegando su carrera profesional fuera del ámbito gallego en que hasta entonces se había desarrollado.
Notas
1. LÓPEZ-SUEVOS, Beatriz y MARTÍNEZ MARTÍNEZ, Rosario, Eugenia Osterberger. A compositora galega da Belle Époque. 1852-1932. Editorial Ouvirmos, 2017
2. Dedicada en su primera edición a Eugenia Osterberger, aunque luego cambió la dedicatoria
3. OZAITA, M.ª L., “Las Compositoras Españolas” en ADKINS CHITI. P., Las mujeres en la música, Madrid, Alianza Editorial, 1995, p 407
4. Existe una Pilar Castillo en Pontevedra, que entre 1884 y 1898 aparece en varias ocasiones como donante en diversas colectas religiosas y patrióticas -siempre cantidades pequeñas- de la ciudad.
5. Boletín Oficial del Arzobispado de Santiago: Año XXVII Número 1132 (20.02.1888), p 2 (página indicada como 104 en el original, ya que este Boletín va numerándose desde el 1 de enero de cada año). La misma noticia exactamente aparece en Gaceta de Galicia: Diario de Santiago. Decano de la prensa de Compostela: nº 44 (24.02.1888), p 2
6. No he localizado hasta ahora ninguna información respecto a Salvadora Sancha, excepto que era de Lugo
7. La Granja Agrícola Experimental tuvo su origen en un concurso del Ministerio de Fomento para la creación de ocho granjas-escuela de experimentación. Se asentaba en una zona rural, entre los ayuntamientos de A Coruña y Oza, pegada al núcleo urbano. Empezó a funcionar en 1897 bajo la dirección de Marceliano Álvarez Muñiz. Se mantuvo hasta 1964
8. Revista Gallega, nº 473 (10/04/1904), pp 1-2
9. La Correspondencia Gallega: diario de Pontevedra: Año XVI Número 4262 (16.04.1904), p 2
10. Revista Gallega nº 475 (24.04.1904) p 3
11. Para más datos sobre Constante Suárez Chané (Burgos, ca. 1869; La Habana, ca. 1912/21) véase: GÓMEZ ECHEMENDIA, Sixto y CANCELA MONTES, Alberto, 'Chané. O nacemento da Música Popular Galega', Santiago de Compostela, ed. aCentral Folque, 2017, pp 191-199
12. Revista Gallega (25.03.1905), p 4
13. Para más datos sobre estas veladas en casa de los Saunier, véase: LÓPEZ-SUEVOS, Beatriz y MARTÍNEZ MARTÍNEZ, Rosario, "Eugenia Osterberger (Mme Saunier) Una aportación femenina a la creación musical gallega" en 'Nalgures, Revista de la Asociación Cultural de Estudios Históricos de Galicia' Tomo IX (2013), pp 149-229
14. La Voz de Galicia nº 7.924 (15/03/1906), p 1
15. Sobre la importancia de Eugenia Osterberger en la 'colonia francesa' de A Coruña, véase: LÓPEZ-SUEVOS, Beatriz y MARTÍNEZ MARTÍNEZ, Rosario, "Eugenia Osterberger (Mme Saunier). La incidencia de la cultura francesa en la compositora gallega", en 'Nalgures, Revista de la Asociación Cultural de Estudios Históricos de Galicia' Tomo XII (2016), pp 349-390
16. La Voz de Galicia nº 8.232 (14/03/1907), p 1
17. Canuto Berea Rodrigo (1874-1931) "había regresado recientemente de Paris, en cuyo Conservatorio cursó estudios de harmonium y de piano (1890-5), prodigándose luego como concertista por toda Francia, ya en solitario, ya en dúo con Raoul Pugno. De regreso a su ciudad, participó en la creación de la Sociedad Filarmónica (1904) y de su orquesta, y renovó la didáctica del piano en su ciudad, creando una escuela que perviviría hasta después de la Guerra Civil”, en CARREIRA, Xoán M., "Canuto Berea y Cia., la editorial del Teatro Lírico español anterior al siglo XIX" en 'Recerca Musicológica XI-XII', 1991-1992, pp 489-491
18. El Eco de Galicia: diario católico e independiente: nº 956 (15/10/1909), p 1
19. Dedicataria años después de una de las canciones publicadas por Pilar Castillo, Durme: “A la Sra. Dña. Concha Mesa de Pérez López”. Esto parece indicar una relación larga entre ellas.
20. El Eco de Galicia: diario católico e independiente: nº 1098 (01.04.1910), p 1
21. Vida gallega: ilustración regional, Año II nº 23 (15.07.1910), p 20. Esta misma noticia se reproduce íntegra en El Eco de Galicia: diario católico e independiente: nº 1200 (27.07.1910), p 1
22. El Eco de Galicia: diario católico é independiente, nº 1224 (24.08.1910), p 1
23. El Eco de Galicia: diario católico é independiente, nº 1296 (15.11.1910), p 2
24. El regional: diario de Lugo, nº. 9175 (24.05.1911) p 2
25. El norte de Galicia: diario político y de información, nº 3153 (24.05.1911)
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