While the Frank Gehry's sets were pleasingly textural and undeniably successful as works of abstract sculpture, it was apparent that director Peter Sellars would have been just as happy without them.
Elena Sancho Pereg fue una Adina irreprochable.Un canto bello y brillante, dulce y ligero, como alado.Agudos limpios y seguros, excelente emisión y sólido y elegante desempeño escénico.Muy brava.
Lamsma demuestra un dominio epatante de su instrumento: increíble cómo maneja el forte y el piano, cómo se ríe de las agilidades, la energía que pone en general en su interpretación o cómo por el contrario sabe respirar y hacernos respirar
¿Qué eran los hombres para mí?Novelas -solo leídas fugazmente- cantan las mujeres del coro.El papel de los hombres en el Savoy es a todas luces secundario.
'Schattenhaft' es difícil, pero no es aburrida.Escrita para orquesta tradicional con dos percusionistas y un piano, el lenguaje es muy radical, pero a estas alturas no presenta nada especialmente novedoso y el resultado auditivo -gracias a una escritura sin borrones y a una ejecución muy atenta por parte de orquesta y director- consigue un cierto ambiente de banda sonora que mantuvo el interés durante sus quince minutos de duración
Una producción en la que no hay disonancias entre libreto y partitura de un lado y escenificación del otro, resulta mucho más apropiada para iniciar a la ópera a un público bisoño que “actualizaciones” cuya incongruencia se convierte en un obstáculo insalvable
La Cenicienta de Massenet es una auténtica joya.El oyente va de melodía hermosa en melodía hermosa y me parece increíble que este título no tenga más predicamento entre programadores y público de todo el mundo ¿Que por momentos puede resultar cursi?
La manera de decir de Keenlyside atrapa;describió de tal manera al músico ambulante que le vimos: sus pies descalzos, su miseria, los gruñidos de los perros, su estar ajeno a todo.Y viendo esta imagen, la última pregunta del caminante fue como un bofetón.
En un apacible y esplendoroso 'In paradisum' coros y orquestas parecen desaparecer en la miríada de estrellas, en la infinitud de una noche a la cual el vídeo de Collishaw nos precipita con un empujón que no admite resistencia: muerte y cosmos, quiérase o no.