Discos
Plasticidad y metamorfosis del acorde
Paco Yáñez
Tras su larga y fructífera etapa en el sello NEOS, las ediciones fonográficas del festival muniqués musica viva cambian de sello discográfico (aunque permanezcan en la misma ciudad: cosas del primer mundo musical), para pasar a ser comercializadas bajo la etiqueta BR-Klassik, sello de la radio que, desde 1948, coproduce el estupendo festival fundado en el otoño del año 1945 por Karl Amadeus
Fiel a esa vivacidad musical a la que su nombre nos invita, y manteniendo unos estándares de grabación, masterización y edición análogos a los que habíamos disfrutado previamente en NEOS, la Bayerischer Rundfunk nos ofrece ya sus tres primeros lanzamientos de musica viva en BR-Klassik, entre los que se incluyen algunos de los compositores más importantes de nuestro tiempo, como Rebecca
En la grabación de la primera de ellas, Fett (2018-19), fue la finlandesa Susanna
La influencia del compositor austríaco se hace más patente cuando los reiterativos patrones que caracterizan el comienzo de Fett se van ampliando progresivamente hasta formarse lo que Enno Poppe define como «glissandi de acordes», en los que estos se elongan dejando entrever su estructura interna, los microtonos que los conforman y que aquí se estiran cual plastilina musical, adquiriendo Fett una presencia plasmática muy atractiva. En esa constante expansión y contracción de la materia armónica, también se percibe una sonoridad que nos recordará a la de la respiración: la orquesta parece inspirar y espirar a través de sus resquicios microtonales, con una gran parquedad de materiales y ritmos, cuya restricción nos ubica en lo más esencial: en esa respiración que crea halos y auras en/desde la propia paleta orquestal, muy sugerentes y cromáticas, por la profusión de sus resplandores microtonales.
Otra característica netamente feldmaniana es la de la lentitud con la que se desarrolla Fett, pieza que, en esta versión muniquesa, dura 24:38 minutos; por tanto, prácticamente lo mismo que ese gran resplandor que supuso la última obra para gran orquesta del propio
A pesar de su sofisticación armónica, o de la continua metamorfosis de sus acordes, en función de sus rangos tonales y microtonales, así como de sus movimientos dinámicos, o de su naturaleza tímbrica (según los instrumentos que van abarcando), hay, asimismo, algo rudo y esencial en la sonoridad global de Fett, al tiempo que una obsesión por los perfiles de materiales muy definidos y monolíticos, algo que acerca esta partitura al universo de Giacinto
Si en la primera obra recogida en este compacto Enno Poppe se colocaba en una senda (con todos los matices especificados) post-feldmaniana, en la segunda partitura, Ich kann mich an nichts erinnern (2005-15), el impulso vendría, al menos en lo coral, del propio Arnold
El título de la partitura nos remite a la poesía del escritor alemán Marcel Beyer tomada por Enno Poppe para la creación de esta enorme cantata coral que reúne hasta ciento veinte intérpretes sobre el escenario a lo largo de los 30 minutos que la obra duró en su estreno. En su desarrollo, se anticipa ya el trabajo orquestal en acordes que, años más tarde, fructificaría en Fett, si bien aquí no se alcanza la radicalidad ni la belleza de aquélla. Mientras, el coro invierte un tanto lo que podríamos esperar de un compositor como Enno Poppe, por cuanto prescinde mayormente de lo polifónico, para adentrarse en un trabajo homofónico que contrasta, precisamente, con la mayor riqueza tímbrica y armónica de la orquesta. Parte de la decisión de tomar lo cantado de un modo tan desnudo y parco viene dada por los propios materiales narrativos recabados por Enno Poppe, para dotar, así, de mayor inmediatez, inteligibilidad y golpeo a las palabras de Marcel Beyer y a su incursión en los espacios marginales de Europa, en el otro lado de lo que quizás otrora fue torre de marfil y, hoy, achacoso edificio al que le saltan las costuras por doquier.
Volviendo a la entrevista de Michael
Por último, Enno Poppe dedica unas palabras al papel del órgano en Ich kann mich an nichts erinnern, afirmando que se trata de un instrumento simbólico, así como su mayor reto como compositor en esta pieza; especialmente, en lo referido a la combinación de los colores de la orquesta y los del órgano. No se trata, sin embargo, de que ambos se complementen o extiendan mutuamente, sino de un marcado contraste en el que el órgano se mantiene estático, mientras la orquesta resplandece en acordes de octavo de tono, a pesar de que ambos comparten una entonación y un timbre que Poppe dice físicamente muy cercanos. Esta diferenciación en la forma de moverse ambos medios instrumentales resulta, a pesar de estar referida a centros de gravedad tonales, muy moderna y aristada, por cómo el órgano aparece, tan severo y cortante. El final de la obra, de hecho, resulta lo más interesante en términos organísticos, con su mayor independización y desenvoltura, que parece trascender los acordes y apuntar hacia disonancias prácticamente en los terrenos del dislate musical.
Ello es parte de un final que Michael Zwenzner y Enno Poppe definen como misterioso y críptico (en correspondencia con el texto de Marcel Beyer, con esos neumáticos que se pierden en la distancia, cual la propia música, que se va desinflando). La lectura del organista Bernhard Haas y del coro y la orquesta de la Bayerischen Rundfunks resulta espléndida, a pesar de las dificultades hasta aquí citadas, concitando numerosos ecos que recorren la música del siglo XX. En conjunto, resulta una obra interesante por cuanto reverberan a lo largo de su audición, aunque, en global, Fett me parece lo más logrado de este disco, así como lo más singular dentro del catálogo de Enno Poppe.
Por lo que a las grabaciones se refiere, ambas son muy buenas, a pesar de la complejidad de dar cuenta en disco de las refinadísimas estructuras armónicas de estas obras. El libreto mantiene, en su interior, muchas de las líneas de diseño ya conocidas en NEOS, resultando muy completo en cuanto a información de cada obra (de las que especifica, incluso, su instrumentación detallada), así como las respectivas biografías y las entrevistas varias veces mencionadas, tan útiles para comprender mejor la tensa plasticidad de estas metamorfosis de los acordes a las que Enno Poppe nos invita en su debut en la serie musica viva del sello BR-Klassik. Nuestras próximas visitas a las ediciones del festival muniqués dedicadas a Rebecca Saunders y a Mark Andre nos depararán, ya se lo adelanto, momentos de verdadero deslumbramiento artístico y musical.
Este disco ha sido enviado para su recensión por BR-Klassik.
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